Foto: Sandra Domíguez, activista y abogada /Redes Sociales
Ciudad de México, lunes 28 de abril de 2025.- Redacción.- La activista Sandra Domínguez y su esposo fueron hallados sin vida en fosas clandestinas en Veracruz, tras seis meses desaparecidos.
La Fiscalía General del Estado de Oaxaca (FGEO) confirmó el hallazgo de los cuerpos sin vida de la activista ayuuk Sandra Estefana Domínguez Martínez y su esposo, Alexander Hernández Hernández, en dos fosas clandestinas en el municipio de Santiago Sochiapan, Veracruz. El operativo, realizado el 24 de abril de 2025, culminó con la identificación de los restos gracias a pruebas periciales, marcando un trágico desenlace tras su desaparición reportada el 8 de octubre de 2024 en María Lombardo, Oaxaca. Las autoridades apuntan a células delictivas de Veracruz como responsables, con una mujer, Cruz Esmeralda M. R., ya en prisión preventiva por su presunta implicación.
Sandra Domínguez, conocida por su lucha contra la violencia de género, había denunciado en 2021 y 2023 la existencia de chats misóginos operados por funcionarios oaxaqueños, incluyendo a Donato Vargas, coordinador de Delegados de Paz del gobierno estatal. Estas acusaciones, que involucraban la difusión de imágenes íntimas de mujeres indígenas, generaron amenazas contra la activista y señalamientos de posible complicidad oficial en su desaparición. A pesar de las protestas de familiares y colectivos, que exigían la intervención de la Fiscalía General de la República (FGR) y la destitución de Vargas, las autoridades locales insistieron en desvincular al funcionario del caso, priorizando la línea de investigación sobre nexos delictivos de Hernández con grupos criminales.
El caso de Domínguez desató indignación nacional e internacional, con pronunciamientos de la ONU y movilizaciones en Oaxaca. La familia, que enfrentó hostigamiento durante su plantón frente al Palacio de Gobierno, acusó al gobierno de Salomón Jara de inacción y encubrimiento. La FGEO, en colaboración con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Fiscalía de Veracruz, intensificó operativos desde octubre de 2024, recuperando la camioneta de las víctimas en Playa Vicente y el teléfono de Sandra en El Nigromante, ambos en Veracruz. Estos hallazgos orientaron las búsquedas hacia el rancho “La Ceiba”, donde finalmente se encontraron los cuerpos.
Las investigaciones revelaron un contexto de violencia extrema: los cuerpos presentaban signos de disparos. La FGEO señaló que el crimen podría estar ligado a disputas entre células delictivas por el control de la zona, aunque no descartan la relación con el activismo de Domínguez. El fiscal Bernardo Rodríguez Alamilla destacó la detención de tres presuntos responsables en un enfrentamiento en enero de 2025, donde también falleció un agente federal. Sin embargo, la falta de avances previos y las acusaciones de opacidad han avivado las demandas de justicia de colectivos feministas, que exigen esclarecer si las denuncias de Sandra contra funcionarios influyeron en su desaparición.
La localización de Sandra y Alexander, lejos de cerrar el caso, reaviva el debate sobre la seguridad de defensores de derechos humanos en México. Organizaciones como Consorcio Oaxaca y la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos han convocado a nuevas movilizaciones, exigiendo que el gobierno federal asuma la investigación para garantizar imparcialidad. Mientras tanto, la memoria de Sandra Domínguez, una mujer que desafió el machismo institucional, sigue inspirando la lucha por la justicia y la dignidad de las mujeres indígenas en un país donde ser activista sigue siendo un riesgo mortal.