Valledupar, Colombia.- Stephanie Palacios.- El presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificó este 21 de agosto de 2025 como “un día de muerte” y anunció medidas de alcance nacional e internacional tras una jornada marcada por ataques en varias regiones del país. En un evento oficial, confirmó que ocho agentes de la Policía Nacional fueron asesinados y ocho más resultaron heridos en Amalfi, Antioquia, durante una operación de erradicación de cultivos de hoja de coca.
El mandatario pidió un minuto de silencio por los uniformados y por civiles asesinados en hechos que calificó de terroristas. “Por esos ocho agentes, y dos civiles más asesinados en Cali como reacción a los hechos de ayer”, dijo, antes de actualizar que la cifra de muertos en esa ciudad ascendía a cinco y los heridos a 14, “todos civiles, hasta donde tengo información”.
Petro señaló directamente al llamado Frente 36, cuyo dirigente —según dijo— es conocido como alias “Barbas”, por custodiar cultivos ilícitos en la zona de Amalfi. Aseguró que ese frente está “ligado exclusivamente a una economía ilícita” orientada al narcotráfico, subrayando que los hechos evidencian un esquema criminal sostenido en la mercancía de la coca.
En Cali, el presidente diferenció entre enfrentamientos armados y la ejecución de civiles indefensos. “No es lo mismo un combate entre fuerzas que portan ambas armas, que matar civiles desarmados”, afirmó, al sostener que la matanza de población civil, por su sistematicidad, constituye crimen de guerra y crimen de lesa humanidad, además de terrorismo “desde el concepto más básico”.
🇨🇴 “Día de muerte en Colombia”: El presidente Gustavo #Petro @petrogustavo anuncia acciones ante la CPI para investigar a la “Junta del narcotráfico” por crímenes de guerra y lesa humanidad tras masacres en Antioquia y Cali. 🎥 @infopresidencia pic.twitter.com/DoAyXorJfd
— La Periodista (@LaPeriodista_MX) August 22, 2025
Ante ese panorama, Petro anunció una decisión de fondo: pedir que se reconozca a varias estructuras como organizaciones terroristas perseguibles en cualquier lugar del planeta. Mencionó al “mal llamado Clan del Golfo”, la Segunda Marquetalia y las “mal llamadas disidencias de Ibal Mordisco”, a las que describió como bandas jerárquicamente organizadas y muy bien armadas.
El presidente afirmó que, de acuerdo con labores de inteligencia, estas estructuras estarían bajo el mando real de una “junta del narcotráfico”, una confederación de mafias con operación internacional. Esa supuesta junta, dijo, sería la articuladora de los ataques y la economía criminal que sostiene la cadena del narcotráfico.
“Solicito al Estado colombiano en general y al mundo”, enfatizó Petro, “que la junta del narcotráfico y sus bandas (…) sean consideradas organizaciones terroristas, perseguibles en cualquier lugar del planeta tierra, incluida Bogotá”. La categorización, insistió, busca habilitar herramientas de cooperación y persecución transnacional.
Paralelamente, el jefe del Ejecutivo informó que pedirá a la Agencia de Defensa Jurídica del Estado iniciar, conforme al Estatuto de Roma, procesos contra los dirigentes armados de estas bandas y contra los integrantes de la mencionada junta del narcotráfico. El objetivo: sustentar delitos contra la humanidad presuntamente cometidos de forma sistemática en Colombia.
Además, Petro anunció que solicitará formalmente a la Corte Penal Internacional abrir una investigación por los hechos cometidos antes y durante su gobierno. Sostuvo que las acciones de estas estructuras configuran la condición de “criminales de guerra” y “criminales contra la humanidad” por acudir al terror y atacar a población civil.
El mensaje presidencial cerró con un llamado a la comunidad internacional y a las instituciones del Estado colombiano para actuar con contundencia. En el centro de la estrategia, la combinación de designaciones terroristas, cooperación global y judicialización ante instancias internacionales, en respuesta a una escalada que —según el mandatario— ya no es guerra convencional, sino terrorismo dirigido contra la ciudadanía.