"Recibimos una Corte lenta, anquilosada, ensimismada y podría decir que hasta soberbia": Hugo Aguilar a 100 días

Hugo Aguilar, ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)

Ciudad de México, Stephanie Palacios


En su primer informe anual de labores, el ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Hugo Aguilar, lanzó un diagnóstico contundente sobre el estado en que recibió al máximo tribunal del país. Durante su discurso, afirmó que la Corte era “lenta, anquilosada, ensimismada y hasta soberbia”, alejada de la ciudadanía y de los principios de transparencia y rendición de cuentas.

Aguilar señaló que, durante años, el funcionamiento interno permitió rezagos significativos. “Los asuntos podían esperar años antes de recibir una resolución, los expedientes se tramitaban con lentitud, los engroses tardaban meses”, detalló. Incluso, acusó que se atraían casos únicamente para ganar tiempo, “guardándose sin pudor”, lo que evidenciaba una administración deficiente y opaca.

El ministro presidente aseguró que este modelo quedó atrás y que hoy se trabaja para transformar el papel de la Corte dentro del sistema judicial y frente a la sociedad. “Estamos cambiando la forma en que se debe concebir la Corte”, afirmó, subrayando que su administración impulsa una dinámica más eficiente, transparente y cercana al pueblo.

Como parte de esta transformación institucional, Aguilar destacó la nueva identidad gráfica de la Suprema Corte, la cual incorpora valores de cercanía, inclusión y apertura. Entre los cambios más relevantes se encuentra la incorporación de interpretación en lenguas indígenas en los materiales de comunicación, con el fin de garantizar el acceso equitativo a la información y reconocer la diversidad cultural del país.



El nuevo emblema —compuesto por el águila republicana acompañada de un bastón de mando— simboliza, dijo el ministro, “el reconocimiento de la pluriculturalidad, la inclusión de otros valores y la apuesta por retomar nuestro pasado como sustento de lo que somos”.

En materia operativa, Aguilar anunció ajustes profundos en la Secretaría General y la Subsecretaría de Acuerdos para acortar los tiempos de trámite. El periodo para que un asunto llegue a las ponencias se redujo de un promedio de 60 días a tan solo 15 días, gracias a nuevas directrices enfocadas en agilizar el análisis de expedientes y evitar que el Pleno se ocupe de asuntos improcedentes.

Asimismo, el Pleno de la Corte aprobó un nuevo marco legal para su funcionamiento jurisdiccional, cuyo propósito principal es priorizar los asuntos que involucren la protección, interpretación y defensa de los derechos humanos, lo que representa un giro significativo en la agenda judicial del país.

Aguilar concluyó señalando que la SCJN enfrenta un proceso de transformación profunda, con el objetivo de recuperar la confianza ciudadana y consolidarse como un órgano cercano, eficiente y alineado con los principios democráticos que demanda México.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente