Foto: Marath Baruch Bolaños López, Secretario del Trabajo y Previsión Social
Ciudad de México.- A partir del 1 de julio, México implementará una reforma pionera que otorga derechos laborales a trabajadores de plataformas digitales, un paso en la regulación del trabajo en la economía digital.
Esta medida, que entrará en vigor oficialmente el 1 de enero de 2026 tras un periodo piloto, busca garantizar seguridad social y prestaciones sin comprometer la flexibilidad laboral, posicionando a México como referente global en justicia laboral.
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— Voz Laboral (@VozLaboralMx) June 20, 2025
Hoy Uber es tendencia, pero no por tarifas ni promociones.
Es por la nueva Ley de Trabajadores de Plataformas, que busca reconocer derechos laborales a repartidores y conductores.
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México da un paso audaz hacia la justicia laboral con la implementación de una reforma que reconoce los derechos de los trabajadores de plataformas digitales, como repartidores y conductores de aplicaciones.
La Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció que, a partir del 1 de julio de 2025, comenzará una etapa piloto de seis meses para garantizar la correcta aplicación de la ley, publicada el 24 de diciembre de 2024, con entrada en vigor oficial el 1 de enero de 2026. Esta iniciativa, consensuada con las principales empresas del sector, busca equilibrar los derechos laborales con la flexibilidad que caracteriza a este modelo de trabajo.
La reforma, descrita como histórica por el secretario del Trabajo y Previsión Social, Marath Bolaños López, incorpora un nuevo capítulo a la Ley Federal del Trabajo. Este capítulo reconoce derechos laborales para quienes perciban al menos un salario mínimo mensual, incluyendo afiliación completa al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Los trabajadores tendrán acceso a cobertura por riesgos laborales, enfermedades, maternidad, guarderías, prestaciones sociales, y créditos de vivienda a través del Infonavit, un avance sin precedentes en la región.
Sheinbaum destacó que la reforma no altera la autonomía de los trabajadores, quienes podrán mantener horarios flexibles, trabajando incluso solo cuatro horas a la semana si así lo desean. Sin embargo, se establecen reglas claras para evitar abusos, como cobros indebidos o desconexiones arbitrarias por algoritmos. “No hay temor de perder empleos; al contrario, buscamos que los trabajadores tengan las prestaciones mínimas que merecen”, aseguró la mandataria en su conferencia matutina, de este viernes.
El consenso con las empresas de plataformas digitales fue clave para el diseño de esta reforma. Aunque inicialmente mostraron resistencia, las compañías han reconocido la importancia de otorgar derechos laborales, especialmente considerando los riesgos asociados a estas labores. La etapa piloto permitirá ajustar los esquemas digitales para garantizar una transición fluida, asegurando que las plataformas cumplan con la nueva legislación sin afectar la operatividad del sector.
Esta reforma, impulsada originalmente por el expresidente Andrés Manuel López Obrador y continuada por Sheinbaum, cumple con el compromiso número 59 de los 100 del Segundo Piso de la Cuarta Transformación. Shaira Garduño Tova, representante de la Unión Nacional de Trabajadores por Aplicación, celebró la medida como un reconocimiento a la dignidad laboral de miles de trabajadores digitales, quienes por primera vez serán vistos como empleados formales por las empresas transnacionales.
Por su parte, Salvador Godínez González, de la Alianza Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de Plataformas Digitales, destacó el diálogo inclusivo liderado por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS). La reforma no implica incrementos en impuestos, manteniendo las reglas actuales de ISR e IVA, lo que asegura que los trabajadores no enfrenten cargas fiscales adicionales. Además, se pone fin a prácticas como la gestión algorítmica arbitraria, garantizando un trato más humano y justo.
México se convierte así en un referente global al ser el primer país en implementar una reforma de esta magnitud para trabajadores de plataformas digitales. Con esta medida, el país no solo protege a una fuerza laboral en crecimiento, sino que también envía un mensaje claro al mundo: la economía digital debe evolucionar hacia un modelo más justo e inclusivo, donde la tecnología no esté reñida con los derechos humanos.