Ciudad de México, Redacción– La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó de manera contundente las declaraciones del embajador de Estados Unidos en México, Ronald Douglas Johnson, quien sugirió la posibilidad de una intervención militar estadounidense en territorio mexicano para combatir a los cárteles del narcotráfico. En su conferencia matutina del 14 de marzo desde Palacio Nacional, Sheinbaum afirmó:
“No está sobre la mesa, ni sobre la silla, ni sobre el piso, ni sobre ningún lado”, subrayando que cualquier cooperación con Estados Unidos debe respetar la soberanía nacional.
El pronunciamiento de la mandataria responde a lo expresado por Johnson el jueves 13 de marzo durante una comparecencia ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense. El embajador, nominado por el presidente Donald Trump, afirmó que “todas las cartas están sobre la mesa” en la lucha contra el narcotráfico, sin descartar acciones unilaterales si la seguridad de los ciudadanos estadounidenses estuviera en riesgo. Estas palabras generaron revuelo en México, un país históricamente sensible a cualquier indicio de injerencia extranjera.
U.S. Ambassador to #Mexico Ronald Douglas Johnson ready to take on the issues of #immigration and Mexican drug #cartels. #Sheinbaum #AMLO #MORENA pic.twitter.com/flQJyMu6pD
— LA FAN (@LosAngelesFanz) March 14, 2025
Sheinbaum, sin embargo, mantuvo una postura firme pero conciliadora. “No estamos de acuerdo con lo dicho por Ronald Douglas Johnson”, declaró, enfatizando que la relación bilateral con Estados Unidos se basa en “confianza mutua, respeto a los márgenes de colaboración y, principalmente, el respeto a nuestra soberanía”. La presidenta destacó la coordinación existente entre ambos países, como el despliegue de 10 mil efectivos de la Guardia Nacional en la frontera, pero dejó claro que México no aceptará medidas que vulneren su autonomía.
El contexto de estas declaraciones se enmarca en las recientes tensiones comerciales y de seguridad entre México y Estados Unidos, agravadas por las políticas de Trump, quien ha designado a los cárteles como organizaciones terroristas y ha impuesto aranceles del 25% a productos mexicanos como el acero y el aluminio. A pesar de ello, Sheinbaum insistió en que el diálogo con Washington sigue siendo la vía prioritaria, y descartó que la propuesta de Johnson forme parte de las negociaciones actuales, las cuales, según afirmó, avanzan con respeto mutuo.
Analistas políticos consideran que la respuesta de Sheinbaum reafirma la postura tradicional de México frente a Estados Unidos: colaboración sí, subordinación no. Este episodio pone a prueba la capacidad de la presidenta para navegar los retos de la política exterior en un momento de incertidumbre global, mientras defiende los principios de soberanía que han definido su gestión y la del movimiento de la Cuarta Transformación.